Violencia especista en cifras

La violencia especista toma como víctimas por año y a nivel mundial a más de:

2 870 650 000 000 [dos billones ochocientos setenta mil seiscientos cincuenta millones] de animales no-humanos.

Esta cifra desglosada se traduce en:

• Más de 2 800 000 000 000 [dos billones] de animales marinos (peces, crustáceos, cetáceos, entre otros), tanto para consumo humano como para consumo de los “animales de granja” (lo cual es una cantidad mucho mayor que la primera)

• Más de 70 000 000 000 [setenta mil millones] de animales terrestres que se consideran “de consumo” (cerdos, pollos, vacas, corderos, conejos, cabras, entre otros)

• Más de 100 000 000 [cien millones] de animales no-humanos usados en experimentos (conejos, chimpancés, perros, ratas, gatos, muchos insectos y otros)

• Más de 40 000 000 [cuarenta millones] de animales explotados por su piel o pelaje

• Más de 500 000 000 [quinientos millones] de animales en actividades de cacería (zorros, venados, leones, elefantes, lobos, patos, entre otros, incluyendo perros galgos y otros usados como “ayudantes”)

• Más de 10 000 000 [diez millones] de animales en albergues y refugios (entre perros y gatos, junto a otras especies rescatadas de calles, abandonadas o devueltas por quienes tomarían responsabilidad de ellas)

En este listado no estamos incluyendo los billones de animales que pierden la vida en: circos, zoológicos, ruedos, acuarios, delfinarios; debido a actividades de tracción a sangre (burros, asnos, bueyes); carreras (caballos, galgos); lucha contra el crimen (perros policía); comercio ilegal (tráfico de animales considerados “salvajes” o “exóticos”) y comercio legal de animales (perros, gatos, conejos, canarios, aves y peces ornamentales); experimentación ilegal (de lo cual no se guarda registro en clínicas); cosmética (insectos usados para maquillaje, colorantes y otros fines); minería, industrialización, civilización y quema de cultivos (animales afectados por pérdida de su hábitat natural).

Estos suman billones de animales muertos contra su voluntad al año, en especial al hablar de insectos (miel, seda, cosmética, etc.).

El veganismo busca erradicar la violencia justificada por el especismo, que es una forma de discriminación basada en la especie (y la más normalizada en nuestra sociedad), haciendo de los animales no-humanos las víctimas más vulnerables, pues a diferencia de las víctimas humanas, estas especies animales no son capaces de ofrecer una resistencia contra nuestras acciones violentas, pues no cuentan con un lenguaje humano y tecnologías de defensa.